sábado, 20 de septiembre de 2008

Concecuencias: Animales y Personas

Si miramos a nuestro alrededor todo es contaminación. Los humos de los coches, de las motos, de las industrias de la periferia, la contaminación acústica, basuras apelotonadas por las esquinas, restos de un botellón de la noche anterior... en fin, todo se va acumulando y con el paso de los años se pasa factura..
Ahora los gobiernos empiezan a endurecer sus leyes, legislaciones, etc. Pero aún existen muchas fábricas que no siguen esas normas medioambientales. Y el ciclo vicioso continúa.
¿Y los animales? Son los que reciben más las consecuencias. En la actualidad, los océanos del mundo están altamente contaminados. Los desechos producidos por la actividad industrial durante las últimas décadas han sido vertidos irracional y descontroladamente en el mar, llevando los niveles de contaminación más allá de cualquier cálculo estimado. Los mamíferos marinos son los más afectados por estos contaminantes debido a su capacidad para almacenarlos en la grasa corporal a lo largo de su vida, utilizando estas reservas contaminadas durante ayunos prolongados, preñez o lactación.
¿Y las personas? Las personas no tienen otra más opción que respirar el aire que hay a su alrededor. Cuando el aire está contaminado, las personas respiran ozono, partículas y gases peligrosos que pueden dañar los pulmones, corazón, y atentar contra la salud en general. La contaminación del aire puede generar tos, congestión de los ojos y problemas de respiración. Afortunadamente, las personas comienzan a sentirse mejor cuando la calidad del aire mejora, pero esto no sucede siempre.
Los científicos han establecido muchos de los efectos locales de la contaminación del aire; sabemos, por ejemplo, que afecta negativamente la salud himana, y provoca tos, irritabilidad de los ojos, problemas de respiración e, incluso, la muerte. Sabemos que las nubes de aire contaminado o smog reducen la visibilidad, problemas pulmonares, etc.

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